
Es difícil resumir este tipo de crianza de forma muy breve porque para mí es una crianza demasiado bonita para reducirla a cuatro pinceladas, pero incluso así, os dejo los puntos que me parecen importantes:
1- Tratar a los niños con RESPETO, es decir con la misma mirada de humanidad y de dignidad que se merece cualquier persona, aunque ellos sean más pequeños y dependientes.
2- Conectar con sus necesidades AUTÉNTICAS (tanto físicas, psicológicas como espirituales).
3- Cuidar el VÍNCULO que nos mantiene conectados.
4- Poner LÍMITES desde el amor, la firmeza y la constancia.
5- CONOCER las etapas de desarrollo por las que pasarán los niños.
6- Respetar sus TIEMPOS DE DESARROLLO y favorecer la AUTONOMÍA.
7- Tener contacto con la NATURALEZA.
8- Requiere de un proceso de AUTO-OBSERVACIÓN y de un TRABAJO PERSONAL.
Si queréis más información encontraréis otros escritos en el blog y/o comprar el e-Book de Cenas familiares saludables de este mes de septiembre, en el que le he dedicado un apartado.
¡Seguimos!